En los próximos días se dará a conocer el proyecto más verde de la capital. Este proyecto no tiene precedentes hasta el momento en la capital por semejante envergadura con 450.000 plantaciones de árboles autóctonos y absorberá hasta 170.000 toneladas de CO2 cuando esté finalizado.


No se trata de un parque urbano, sino de un bosque con diversos hábitats que contribuirá a la mitigación y adaptación de la ciudad a los efectos del cambio climático y favorecerá el reequilibrio territorial, al centrarse sobre todo en las zonas del sureste. Además, contará con zonas estanciales e itinerarios peatonales.

El bosque tendrá un diámetro de 75 kilómetros que rodeará toda la ciudad de Madrid donde al parecer los niños y niñas de las escuelas infantiles participarán plantando un árbol. También se buscará la implicación de colegios y centros de mayores.


Entre las especies autóctonas que se plantarán se encuentran: encinas, álamos, acebuches, madroños, pinos piñoneros y carrascos, algarrobos, sauces, fresnos, olmos y otras especies arbóreas, acompañadas de retamas, majuelos, adelfos, romeros, tomillos, entre otros con 600 hectareas de corona forestal. Se sumara la creación de ecoductos por encima de la R-3 y A-3, centros de interpretación medioambiental y zonas de ocio saludable, zonas infantiles, senderos para el paseo y el deporte, áreas caninas y otros equipamientos.

La primeras actuaciones comenzaran en la zona de Vicálvaro. Esta infraestructura verde es un proyecto de ciudad a largo plazo, que comprende muchas actuaciones distintas. Ante un proyecto de tal envergadura el objetivo es que esté completa en 12 años. El pistoletazo ha comenzado.

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